MONLEON-ENDRINAL

Distancia: 14/15 Km.
Tiempo: 4 h.
Dificultad: Media/baja
Fecha de realización: 22/05/2011

Descripción

Partimos de Monleón (Salamanca) por la puerta que está junto al castillo, bajando por camino hacia el río que cruzamos por pequeño puente, subiendo hasta encontrar una pista marcada.

Pasaremos por un antiguo lavadero y una fuente.

Después de un 1,5 km. de la fuente, se encuentran a la derecha unas rocas de granito. Desde aquí se puede contemplar la Sierra de Francia y la Sierra de Las Quilamas, así como el pueblo de Monleón con la torre del castillo.

Continuando paralelos al río, por la “Ladera de los Alabones” entraremos en un gran robledal.

A la derecha del camino se encuentra el yacimiento del Monte El Alcaide, con yacimientos de la época visigoda. Allí encontramos el primer lagar de la ruta, tras una hora escasa de camino.

Desde el Monte Alcalde, el camino desciende, y nos encontramos un panel temático que nos ayuda a interpretar las Ollas de la Sapa, uno de los lugares más singulares de esta Ruta.

Las Ollas de la Sapa, es un conjunto de formaciones rocosas, con formas espectacularmente bellas, formadas por la erosión del agua sobre las mismas. Nos invita a acercarnos con mucha precaución para su contemplación.

Continuamos el camino, y al llegar a un cruce, donde hay un antiguo lagar excavado en granito, giramos a la izquierda, abandonando la pista que nos lleva a el Tornadizo, para continuar en dirección a Casas de Monleon.

Tras un 2/3 Km. Por la pista, llegamos junto a un pinar a nuestra izquierda. Allí nos desviaremos unos doscientos metros para llegar a un lugar donde la imaginación nos puede trasladar a tiempos inmemoriales. Encontraremos varias tumbas y lagares, excavados en granito, lo que nos hace pensar que allí hubo un antiguo poblado visigodo.

Volvemos de nuevo a la pista anterior, para en otros dos Km. Aprox. Llegar al pueblo de Casas de Monleón. Llevamos 2,45 h. desde el inicio, contando las paradas en los lagares y las Ollas.

A la entrada de este pueblo sale una senda marcada en dirección a Endrinal.

Dicha senda nos lleva entre fincas con preciosas vistas, pasando por los restos del llamado “acueducto”, que se usó antiguamente para canalizar el agua.